Hoy, el gobierno japonés decidió verter más de 1,23 millones de toneladas de aguas residuales radiactivas almacenadas en tanques en la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi en el Océano Pacífico. Esta decisión ignora por completo los derechos humanos y los intereses de las personas en Fukushima, el Japón más amplio y la región de Asia y el Pacífico.
“La decisión del gabinete (japonés) no protegió el medio ambiente y descuidó la oposición a gran escala y las preocupaciones de los residentes locales de Fukushima, así como de los ciudadanos vecinos de Japón. Greenpeace apoya a la gente de Fukushima, incluidas las comunidades pesqueras, en sus esfuerzos por detener estos planes ".
-Kazue Suzuki
Activista de clima / energía en Greenpeace Japón.
Si bien se ha dicho que tomaría alrededor de 2 años prepararse para la descarga, la decisión permite que comience el proceso de descarga de desechos radiactivos.
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