Anastasiia Yeva Domani, una mujer trans de Kiev de 40 años, nunca tuvo la intención de convertirse en activista de derechos humanos.
Inicialmente, todo lo que quería era hacer la transición de ella: cambiar su expresión de género a lo que sentía que era su verdadera identidad, la de una mujer. Pero pronto descubrió que los aspectos legales de la transición eran incluso más difíciles que el proceso médico, especialmente cuando se trataba de modificar el sexo en registros oficiales como el DNI.
"Cuando traté de cambiar mis documentos, viví momentos tremendamente injustos, tanto a nivel individual como hacia todas las personas transgénero en general, como ciudadano ucraniano, sentí que debía tomar las acciones necesarias para empezar a ayudar a otras personas en todo lo que involucra el proceso de transición y luchar por los derechos de todas las mujeres trans del país ".
En Ucrania, las mujeres transgénero se enfrentan a todo tipo de discriminación, estereotipos generalizados y violencia, y ella Anastasiia no quiso guardar silencio sobre esta situación.
"Para mí, ayudar a las personas trans a no sentirse solas o vulnerables se volvió realmente importante".
Todos merecemos estar con la persona que amamos y poder demostrar quiénes somos realmente sin temor a lo que nos pueda pasar. Tener las mismas oportunidades es también elegir quién ser y cómo vivir tu vida.
Sigamos luchando por construir una sociedad inclusiva que acepte a todos.
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