Antes de la cumbre de los líderes mundiales, Greenpeace Japón con el grupo ATO4NEN y Fridays for Future Japan exigieron al gobierno japonés que redujera las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) pidiendo medidas climáticas urgentes y presentó 168.157 peticiones.
Las personas influyentes Lillian Ono y Eri que lideran la huelga climática pacífica (Peaceful Climate Strike Tokio) también se unieron a la acción con Greenpeace frente al edificio del Parlamento nacional, pidiendo al gobierno japonés que cambie hacia un futuro de energía renovable.
Japón es la tercera economía más grande del mundo y el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero, pero se ha destacado como un país rezagado climático como el único país del G7 que todavía construye plantas de energía de carbón a nivel nacional.
Desafortunadamente, el anuncio del primer ministro Suga, dado ayer, sobre elevar el objetivo de reducción de emisiones del país para 2030 a solo el 46% es extremadamente inadecuado. El coro de voces que exigen a Japón que aumente su ambición climática es innegable. Es hora de que Japón adopte medidas significativas para lograr Net-Zero para 2050.
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