Nueva Zelanda ha anunciado una serie de propuestas destinadas a prohibir el tabaquismo para la próxima generación y se está acercando a su objetivo de estar libre de humo para 2025.
Los planes incluyen el aumento gradual de la edad legal para fumar, que podría extenderse a la prohibición de la venta de cigarrillos y productos de tabaco a cualquier persona nacida después de 2004.
También se está considerando una reducción significativa en el nivel de nicotina permitido en los productos de tabaco, la prohibición de filtros, el establecimiento de un precio mínimo para el tabaco y la restricción de los lugares donde se puede vender tabaco y cigarrillos.
El tabaquismo representa una de cada cuatro muertes por cáncer en Nueva Zelanda, y alrededor de medio millón de neozelandeses fuman a diario. Los efectos de eso se sienten más entre los maoríes, la población indígena de Nueva Zelanda: las mujeres maoríes tienen las tasas de tabaquismo más altas del país, con aproximadamente un 30% de fumar a diario. El cáncer es la principal causa de muerte de las mujeres maoríes y la segunda causa principal de los hombres maoríes.
El nuevo enfoque ha sido bien recibido por varias organizaciones de salud pública, pero los planes también enfrentaron críticas por posibles consecuencias no deseadas, incluida la posibilidad de un mercado negro ampliado para el tabaco.
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