Cuando Charlie Fernandez llegó por primera vez a la primaria Saddlewood en el otoño de 2019, ya le habían diagnosticado neuroblastoma, un cáncer poco común y agresivo. Aún así, la niña de 6 años "gobernaba la escuela", según su maestra, Sarah Norton. Charlie, recuerda a su padre, Jason Fernández, "amaba ir a la escuela", especialmente al salón de educación especial de la Sra. Norton, donde podía acurrucarse con los dos perros de Norton, George y Henry. Charlie estuvo en clase solo unos meses cuando recayó. Con Charlie demasiado enferma para unirse a su clase en línea, Norton se puso una máscara, recogió a George y Henry e hizo una visita a domicilio. Durante todo el verano, Norton continuó con sus visitas, renunciando a sus vacaciones para pasar tiempo con su estudiante, pero ella insiste: "Nunca devolvería lo que obtuve de ella ese verano". En diciembre, Charlie volvió a recaer. A pesar de la radiación y la quimioterapia, la condición de Charlie empeoró y el 19 de abril murió a causa de su enfermedad a la edad de 7 años. Es posible que Charlie haya sido su alumna, dice Norton, pero las lecciones que compartió fueron invaluables:
"Con la fuerza que mostró, nos enseñó cómo amar más profundamente y cómo ser mejores personas. Fue un regalo".
...PEOPLE
Comments