La ex directora del coro Ana Marvez no podía soportar ver que las habilidades musicales de su compatriota Venezolana se desperdiciaran en su país anfitrión. Entonces, ella comenzó una orquesta.
"Uno de los aspectos más desgarradores de verse obligado a dejar su casa es tener que renunciar a su profesión"
Ana Marvez, maestra de música y directora de coro de 34 años que salió de Venezuela para buscar seguridad en Chile hace unos cinco años.
Ana se considera afortunada. No solo encontró trabajo a las pocas semanas de su llegada a la capital chilena, Santiago, sino que también logró asegurar un puesto que estaba al menos tangencialmente relacionado con su carrera anterior, un trabajo de salario mínimo como secretaria en una escuela de artes.
Nace la Fundación Música para la Integración. Alrededor de 350 músicos, la mayoría refugiados y migrantes venezolanos, mientras que otros proceden de Colombia, Perú y México, además de Chile, participan en su proyecto, que incluye una orquesta sinfónica, un ensamble coral y varias clases de música para niños.
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