Basel Taleb, un ingeniero eléctrico y refugiado, construyó una herramienta para ayudarse a sà mismo, y a otros ingenieros extranjeros, a comprender el sector energético sueco.
Cuando llegó a Suecia el dÃa de Navidad de 2014, Basilea fue colocado en un centro de recepción en un pequeño pueblo del sur. Como ingeniero eléctrico de una ciudad en expansión en Siria, vivir en una pequeña aldea fue un desafÃo para el joven de 28 años.
Mientras esperaba el resultado de su solicitud de asilo, Basel aprendió sueco por sà solo viendo videos en YouTube y haciendo sus propias listas de frases y palabras. Estudió todos los dÃas durante casi un año, hasta que finalmente, en octubre de 2015, a Basilea se le concedió un permiso de residencia permanente. Para entonces, su pequeña lista de frases habÃa crecido a más de 2000 palabras.
Basel comenzó a recopilar palabras y a construir un vocabulario relacionado con el trabajo para sà mismo. Cuando su supervisora, Katarina Skalare, se enteró de su proyecto paralelo, inmediatamente comprendió su importancia y lo animó a desarrollarlo en un libro de frases.
El libro de frases terminado se presentó en varias ferias de trabajo y se convirtió en la contribución de Kraftringen a la integración de los profesionales del sector energético que llegaban a Suecia. ¡Fue muy bien recibido!